Miguel Couto

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La búsqueda de la plenitud es la meta de Couto. Lo hace sin guía: «No tengo un estilo definido ni me gustaría tenerlo. Tampoco quiero encasillarme. Más que estilo, tengo una manera de hacer y de pensar».

MIGUEL COUTO

Miguel Couto Cotelo, Malpica de Bergantiños, 1972

Con ocho años se traslada a A Coruña, y más tarde pasará por un periplo de internados que le llevarán a Inglaterra, Madrid, Estados unidos, y de vuelta a A Coruña a sus veinte años, donde cursa estudios empresariales.

Tras trabajar en el sector de la moda y publicidad, finalmente abre un estudio de arte con dos escultoras donde, en un principio, ejerce labores de gerencia y comerciales.
Poco a poco, sus inquietudes creadoras se fueron haciendo paso, hasta que con treinta y siete años decide que quiere dedicarse por entero a la creación, a la escultura.

Doce años después, veinticinco obras publicas instaladas y otras tantas exposiciones, Miguel Couto sigue apostando por el bronce (posee una fundición), donde da forma a sus nuevas creaciones, a sus afectos y desafectos, a sus grupos de actos individuales que proyectan sus sueños, miedos, anhelos

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