Jorge Cabezas
Oficio: Pintura
País: España
Comunidad: Galicia
Es el Autor de la primera obra de la Colección Andante realizada en 2007
JORGE CABEZAS TOMÉ, A Coruña 1972
En marzo de 2014 sufrió un accidente cerebro-vascular terrible. Sobrevivió, pero el lado derecho de su cuerpo perdió la movilidad; su exitosa trayectoria se vio trucada.
Aunque en 1989 ingresa en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal, puede definirse a Cabezas como un pintor autodidacta.
Desde su primera exposición en 1991 en el pub O Patacón, en La Coruña, se suceden numerosas muestras individuales, principalmente entre La Coruña, Santiago, Vigo y Madrid.
En 1992 es galardonado con el Primer Premio Bienal Araguaney, de Santiago, y dos años más tarde recibe el Primer Premio Novos Valores José Malvar, de la Universidad de Santiago. Al año siguiente participa en la exposición colectiva de la Galería II Bucco de Nueva York.
En 1996 trabaja en el Taller Arte Actual del Círculo de Bellas Artes de Madrid, además de obtener el Premio Adquisición en la IV Mostra Díaz Pardo de la Diputación de La Coruña.
Durante los últimos años destaca la colaboración en la muestra colectiva Arteba 98 de Buenos Aires y las repetidas exposiciones llevadas a cabo en Madrid, con la Galería Jorge Albero, así como su participación en Estampa 99, con la Galería Bat.
La obra de Cabezas forma parte de los fondos de la Diputación Provincial de La Coruña, de la Colección Caixavigo, de la Colección Dry Martini de Barcelona, del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia o del Palacio de Congresos de La Coruña, entre otras colecciones.
La obra de Cabezas rastrea las huellas de los principales movimientos plásticos desarrollados en el S.XX, tales como expresionismo, abstracción o action painting. El autor extrae aquello que le interesa para luego metamorfosearlo en un estilo individual que nunca abandona una línea directriz neofigurativa. Sus obras son portadoras de un lenguaje plástico con identidad propia. El eje argumental de sus composiciones gira en torno a temas comunes, tales como copas, peces, cafeteras o bicicletas, que forman parte ya de un repertorio iconográfico que caracteriza al artista. En los últimos tiempos se percibe un interés cada vez mayor por la figura humana con un lenguaje de particular serenidad, reflejado tanto en el tratamiento de las formas, como en la selección de los colores.