DANIELA ROJAS

Daniela Rojas Gajardo (Santiago de Chile, 1986).

Comienza a interesarse por el arte a temprana edad, durante su vida universitaria se decide por la escultura, desarrollando obras de gran envergadura con materiales recogidos de las calles principalmente, conformando diversas estructuras y materialidades. Por este camino descubre el infinito mundo de la Cerámica, entregándose a sus múltiples potencialidades, dedicando también parte de su tiempo al trabajo teórico y practico como docente, tanto en la universidad como en escuelas públicas de educación primaria en Santiago de Chile, generalmente sin remuneración. Tras varios años de dedicación a la obra cerámica y a su desarrollo, experimentación e investigación, emigra para continuar su formación y desarrollo artístico, trasladándose a Bilbao en 2018.
Rojas despliega diferentes temáticas relacionadas a sus vivencias e intereses, desde las formas orgánicas que comenzaron siendo el núcleo impulsor de su trabajo, plantea cruces entre tecnología y cuerpo, indagando en la importancia del proceso artístico como acción vital y todo aquello que en la práctica lo constriñe.
Su interés por la Cerámica y otras artes que despiertan su motivación, le ha llevado a elaborar material teórico, gráfico, escultórico y audiovisual que comprende parte de sus investigaciones y reflexiones en torno al oficio y la práctica artística. También ha escrito y colaborado en publicaciones de carácter histórico, educativo y social desde el ámbito artístico y ha participado en exposiciones dentro y fuera del país, algunas de las cuales ha organizado, participado en su organización o montaje.
“Creo que el proceso creativo remite constantemente a un ciclo de transformaciones del cual resultan las obras. La imprecisión de una visión fragmentada se corresponde con los posibles trozos de una pieza. El proceso creativo posibilita un espacio y tiempo de experimentación directa y espontánea, de observación, de sosiego y conflicto, de contradicciones. De errar. Posibilita encuentros inesperados, inexplicables si se quiere, extraordinarios si hay suerte”