EVA

Horma de madera, pigmento y metacrilato

34 x 22 x 14  cm

Esta obra que hoy presento, tiene una gran carga simbólica y a la vez reivindicativa. He partido de una horma de calzado de caballero (varón) y he buscado una transformación radical valiéndome de la talla directa de esta horma de madera. En el proceso de intervención, desmonté el empeine y otras piezas de la horma. Al quitar esta pieza superior hallé la inscripción con tinta azul de “junio 1954”, fecha, se supone, de su fabricación. También la talla de la horma, el 43, grabado con un punzón tipográfico.

Esta parte de la horma – el empeine – la he tallado con gubias y formones para transformarla en un tacón de zapato de mujer. Sin usar otros materiales ajenos a la horma original y utilizando todos los elementos de ésta, después de desmotarla, he “metamorfoseado” la horma de varón convirtiéndola en un estilizado y sensual zapato de mujer. Finalmente, lo he “guardado” en un envoltorio de metacrilato transparente, que he moldeado con aire caliente para crear una caja que lo expusiera como si levitara en el aire. ¿Por qué? …Por varios motivos… Creo que todas las hormas originales entregadas en este proyecto son de varón. He creído ver un paralelismo entre esta circunstancia, seguramente casual, y el hecho sangrante de que el papel de la mujer en el mercado del arte siga siendo minoritario, debido a un “ninguneo” sistemático por parte de instituciones y poderes culturales. De ahí la intención de desagravio reparativo de esta propuesta artística. Partiendo de una horma masculina, que podría simbolizar un tótem de la masculinidad y un símbolo de una sociedad y una cultura actual aún “falocéntrica”, he pretendido con mi creación plástica, llevar a cabo la transformación física de aquella en un “icono” reivindicativo de los derechos de la mujer artista y creadora. He buscado dar visibilidad a esta lucha histórica, expresando desde la creación artística y el humor como herramienta de crítica, mi posición personal contra esta discriminación injusta.